Planazo otoñal en la Sierra Norte de Madrid:
Recorrer con niños el Abedular de Canencia ascendiendo por el cauce del Arroyo del Sestil Maillo hasta llegar a la Cascada de Mojonavalle.
Como digo es un planazo para cualquier estación, pero en otoño nos invita especialmente su visita porque permite vivir a fondo los colores típicos de esta época del año gracias a la cantidad de abedules, pinos, robles, acebos, brezos y helechos que abundan en el Bosque de Mojonavalle. Además parecía ser que todos los aficionados a la micología de la zona también estaban invitados.
Te planteamos dos opciones, ambas arrancan desde el Puente de la Pasada (M-629). Junto a este puente, que se encuentra a unos dos kilómetros de la concurrida Área recreativa del Puerto de Canencia, dejaremos el coche (habrá como unas 10 o 12 plazas, así que no te duermas en los laureles que te quedas sin abedules).
Aunque la senda oficial se aleja un poco del arroyo, nosotros preferimos ascender pegados a su orilla izquierda porque los niños (de 3 a 5 años) se entretienen mucho más cuando hay un rio cerca. Continuamos así más o menos 1 kilómetro hasta que nos vimos obligados a volver al camino marcado subiendo un trecho estrecho y empinado que puso a prueba la valentía de nuestras pequeñas aventureras sin mayores consecuencias.
Seguiremos por la Senda de la Ladera de Mojonavalle otros 800 metros hasta llegar al Mirador donde disfrutar de la Chorrera, un salto de agua de 30 metros de altura que tendrá momentos mejores cuando lleguen las lluvias o en el deshielo porque cuando fuimos (llevaba tiempo sin caer ni gota) apenas discurría un hilo de agua entre las rocas.
Llega el momento de elegir. Como he dicho al principio, íbamos a plantear dos opciones, la primera es iniciar el retorno directamente desde aquí, siguiendo la Senda de la Ladera de Mojonavalle. Sin embargo, la ruta, aun estando acompañados por niños pequeños, sería muy corta (unos 3,6 km en total apenas 2 horas).
La otra opción, por la que nosotros nos decantamos, consistía en ascender más o menos un kilómetro por la Senda Ecológica de Canencia hasta las praderas que hay junto al Centro de Educación Ambiental – Albergue El Hornillo y allí descansar y comerse tranquilamente un bocata de chorizo al solecito.
Una vez recuperadas las fuerzas (aunque en lo que llevamos no hayamos consumido muchas energías, y las consumidas han quedado sobradamente repuestas con el postre a base de chocolate y gominolas) desandaremos lo andado hasta llegar de nuevo a la cascada (con o sin agua, depende del día).
Buscaremos una señal que indica lo siguiente: “Ramal al árbol singular Tejo de la Senda – Recorrido no señalizado.
Y tanto que estaba sin señalizar porque de no haber sido por la ruta de wikiloc de: LCIRPM https://es.wikiloc.com/wikiloc/user.do?id=126037 no lo habríamos encontrado ni de coña.
Pero el Tejo de la Senda catalogado como árbol singular de la Comunidad de Madrid, bien merecía dedicarle unos momentos de búsqueda, además desde su ubicación ya se ve la carretera que en pocos metros nos llevará hasta el Puente de la Pasada, donde dejamos el coche inicialmente.
En definitiva, otra ruta perfecta para echar el día con niños o darse un paseo suave por el bosque.
