En este verano atípico hemos podido descubrir (redescubrir en caso de David) el sur más verde, sólo un fin de semana y a ritmo de niños de 3-4 años, pero suficiente para tener claro que queremos volver.
Andalucía para nosotros son muchas cosas pero raramente es la comunidad donde nos planteamos una escapada rural, hasta que pasamos el verano en Granada gracias al teletrabajo (una de las pocas cosas buenas que ha traído esta maldita pandemia) y nos surge la necesidad de naturaleza sin alejarnos demasiado.
Andalucía cuenta con infinidad de parajes naturales, pero hay que reconocer que esta comunidad no es mundialmente conocida por su verdor sin embargo hay excepciones que confirman esa falsa regla como la Sierra de Cazorla.
La Sierra de Cazorla, Segura y la Villas es un Parque Natural declarado Reserva de la Biosfera por la Unesco en 1983. Se trata del mayor espacio protegido de España y segundo de Europa y es verde, sorprendentemente verde, y además a la vuelta de la esquina…
No se hable más.
Pero lo mejor de este fin de semana improvisado, por varios motivos, ha sido contar con la compañía de unos amigos / papás de una de las mejores amigas de Telma.
Dónde alojarse con niños en Cazorla
Nos alojamos en Camping Llanos de Arance, situado junto al río Guadalquivir, a 1 km del pueblo Coto Ríos. Fue muy buena elección, justo lo que queríamos. Lo escogimos entre otras cosas porque sólo exigían un mínimo de 3 noches en temporada alta.
Lo que más no ha gustado:
o El precioso entorno y la ubicación, cerca de posiblemente la ruta más chula de Cazorla. Además junto al camping hay una zona de baño en el río.
o La piscina y piscina infantil. Cuidada, limpia y rodeada de césped. Entre las medidas anti-COVID han delimitado espacios para garantizar las distancias de seguridad.
o Las cabañas de madera. Nosotros nos alojamos en las más básicas (sin cocina) y a pesar de ello estaban bastante bien, acogedoras, cómodas y con un aire acondicionado maravilloso. Incluyen ropa de cama y toallas, algo no tan habitual en los bungalows de los campings. Puedes aparcar fácilmente tu coche en la puerta.
o Otro puntazo son las zonas de barbacoa que hay distribuidas por el recinto.
o Zona amplia de juegos infantiles. Mejorable pero existente.
También dispone de un pequeño supermercado, un bar restaurante y la posibilidad de organizar a través de ellos actividades deportivas en grupo.
Lo peor:
La wifi “gratis y disponible por todo el establecimiento” es cómo quien tiene un tío en Alcalá que al final ni tiene wifi, ni datos, ni ná.
Cazorla tiene miles de rincones que explorar, pero nuestro plan era sencillo, disfrutar del entorno en general con una excursión fácil cada día, tardes de relax en el camping, piscina, barbacoa,… y una cenita en Coto Ríos.
También dispone de un pequeño supermercado, un bar restaurante y la posibilidad de organizar a través de ellos actividades deportivas en grupo.
Ruta del Río Borosa
Es la más recomendada para hacer en Cazorla. Un sendero que va bordeando el río hasta su nacimiento. La ruta promete pinares verdes, aguas claras, pasarelas de madera, formaciones geológicas, cascadas, cascadillas, y lagunas. Apetecible, ¿verdad?
Puedes leerla con detalle en este enlace pero yo te la resumo. Para iniciar la ruta hay que llegar al Centro de Visitantes de la Torre del Vinagre y tomar un desvío hacía el Centro de Interpretación Fluvial del Río Borosa y la Piscifactoría donde justo comienza el sendero.
La ruta completa son casi 22 km de ida y vuelta con distintos tramos y niveles de dificultad. Un primer tramo podría ser hasta la Cerrada de Elias (a 3,5 km), otro hasta el Salto de los Órganos (a 7,5 Km) y un último tramo, según dicen, más complicado, hasta las Lagunas de Aguas Negras y Valdeazores. Ya cada uno decide hasta dónde quiere llegar.
O puedes hacer como acabamos haciendo nosotros, que es lo que te recomendamos si vais con niños pequeños y en verano. Centraros en su tramo más inicial que no tiene ninguna dificultad y es precioso desde el comienzo. Podéis ir intercalando paseos con paradas para aliviar el calor en cualquiera de las pozas de agua cristalina que iréis encontrando desde el inicio del recorrido.
Sobre todo en tiempos de COVID (no sabemos si sólo sólo será aplicable en temporada alta) porque atención:
Como medida preventiva para evitar el contagio del COVID_19, el sentido en La Cerrada de Elías será sólo de subida, debiendo realizarse la vuelta por la pista forestal.
Nuestro objetivo era llegar hasta la Cerrada de Elías pero llegados a un momento Lawrence de Arabia y con un oasis a nuestra derecha decidimos preguntar cuánto quedaba, más o menos llevaríamos 2 km… el muchacho entonces nos contó la medida Covid y que para volver había que subir hacia otro camino mucho menos interesante, sin sombra, calor,…miró a las niñas y dijo “no os lo recomiendo, quedaros por aquí que hay sitios muy chulos para bañarse”
Así fue como sin dudar un instante pasamos al plan B, cruzamos un puentecito de madera y en la otra orilla del río nos acomodamos en una sombra para comer mientras David exploró un poco la zona y encontró este pequeño paraíso que pudimos disfrutar para nosotros solos, concretamente en el Arroyo de la Truchas.
Quién me iba a decir a mí que el mejor baño del verano me lo daría en un río.
Muy importante no olvidar gorro y bastante agua. En el camino (al menos hasta dónde llegamos nosotros) sólo había una fuente de agua no tratada, señal que todo el mundo respetaba en la subida pero nadie en el regreso.
Puente De Las Herrerías
Buscando una excursión en la línea del día anterior nos dirigimos al área recreativa del Puente de las Herrerías. Dispone de un espacio amplio de aparcamiento, mesas para picnic y zonas donde refrescarte en el río. Además es el punto de inicio de varias rutas de senderismo, pero ese no iba a ser nuestro caso.
Es un lugar bonito y muy fotogénico que bien merece una parada o si quieres pasar el día con niños cómodamente rodeado de naturaleza. Sin embargo no nos resultó tan impactante como el Río Borosa, el agua no llega a tener ni el color ni la misma transparencia y hay demasiada gente concentrada en un espacio tan pequeño, comprensible teniendo en cuenta que hay un camping al lado y la facilidad de acceso.
Nosotros nos alejamos un poco del meollo río arriba hasta encontrar un lugar mejor donde remojarnos, lo encontramos pero aún así no tan tentador como para compensar la temperatura del agua.
Como aventura, las niñas ya habían tenido suficiente por hoy y los recuerdos de la tarde anterior en la piscina no tardaron en aparecer. Ante la balanza de disfrute acuático, el río ya tenía poco que hacer.
Mirador Rodríguez de la Fuente
Situado tan cerca del camping (apenas a 8 km.) no podíamos desperdiciar la oportunidad de contemplar las vistas desde este mirador. La pequeña atalaya que lo forma es un estupendo balcón dónde poder observar la increíble panorámica del Embalse de Tranco de Beas y las islas que se forman cuando hay suficiente agua ( la Isla de Bujaraiza (con su castillo) y la Isla de la Viña).
Nosotros disfrutamos sólo de una gran península debido a la sequia.
Si te interesa la fauna, con el equipamientos adecuado (vamos unos prismáticos) y un poco de paciencia podrás ver ciervos pastando en las orillas del embalse.
Precioso todo!!! ❤️❤️❤️
Gracias, bien lo sabes tú. Y gracias también por comentar, besos!!