Nuestro viaje en familia por el Tirol, sin dejar de ser una autentica pasada, es our last frontier, vamos que ha sido la última vez que hemos salido de España y lo más triste de todo es que este viaje lo hicimos en verano de 2022.
La información sobre todos los lugares que visitamos, las fotos y los videos quedaron “olvidados” en un cajón esperando a ver la luz cuando las circunstancias y sobre todo, la motivación, fueran propicias.
Parece que los buenos tiempos han llegado gracias al chute emocional que conlleva la organización de un nuevo viaje, además lo que tenemos pensado se puede considerar como la continuación lógica de este recorrido por el Tirol austriaco, por lo que me han entrado unas ganas tremendas de recordarlo a ver si de esta manera se me olvida que llevamos tanto tiempo sin “usar el pasaporte”.
Bueno, basta de tanta tontería y de auto compadecernos por nuestros bajos niveles de wanderlust en sangre que pronto volveremos a “volar”. Creo que recordar las experiencias que vivimos recorriendo los parajes montañosamente idílicos de esta zona de Austria me generan aún más ansiedad (pero de la que mola).
El Tirol es un estado federado de la república Austriaca cuya capital es Innsbruck. Esta ciudad, de unos 125k habitantes, situada en el valle formado por el río Eno bien merece una visita. Siempre debe haber un hueco para una ciudad entre tanta montaña.
¿Qué ver en Innsbruck?
Todo el mundo coincide en que los mejores sitios que visitar en Innsbruck son:
- Visitar el Castillo de Ambras
- Trampolín de salto de Bergisel y el Museo Tyrol Panorama
- Funicular Innsbrucker Nordkettenbahnen
- Catedral de Santiago
- Edificios de colores junto al río Eno
Sin embargo, a nosotros el tiempo no nos acompañó y la tregua que nos dieron las condiciones climáticas la invertimos en ver el famoso Tejadillo de Oro, que pese a no ser para tanto, no te puedes ir de aquí sin comprobarlo por ti mismo.
También hay que recorrer el casco antiguo con sus coloridos edificios y soportales para terminar en Maria Theresien Strasse y hacerte así una idea de lo que es la vida no rural de esta parte Europa.
Un paseo breve pero muy recomendable.
No muy lejos de Innsbruck se encuentra otro de los grandes atractivos esta zona, el Valle de Stubai.
Este valle alpino se extiende unos 35 km y recorrerlo merece por sí mismo venir hasta aquí porque sus paisajes, coronados por el majestuoso Glaciar de Stubai, hace que el mismo trayecto sea, por si solo, una verdadera pasada.
Además de valle y glaciar, en esta zona se puede disfrutar de muchas otras actividades que fliparán a los niños como el Parque Infantil Klaus Äuele
Nos adentramos un poco más en este increíble valle buscando la cascada más ancha de los Alpes Orientales, la Cascada Grawa.
Para llegar a este impresionante salto de agua de 180 metros de altura lo mejor, en mi opinión, es dejar el coche en el Parking Sulzenauhütte desde donde arrancaremos un suave paseo (20’) junto a la orilla del Rio Ruetz hasta llegar a una espectacular grada/mirador situada al pie de la misma cascada donde podrás tumbarte al sol mientras la brumilla te refresca la cara, te empapa la ropa, el pelo, la cámara… dios bendiga los chubasqueros de mochila y la “gopro”.
Otro lugar a tener muy en cuenta en el Valle de Stubai es la localidad de Mieders no tanto por lo interesante del pueblo en sí, sino porque desde aquí podemos subir a Serlesbahnen.
Varias opciones:
- Tren de montaña – demasiada vergüenza ajena
- Caminando – demasiada cuesta para terminar dando vergüenza ajena
- Telecabina – demasiado caro, pero como casi todo por estos lares
Las vistas desde el remonte son increíbles pero lo que nos hizo alucinar fue el Parque de Serles que se encuentra en la cumbre, rodeado de montañas, con atracciones acuáticas, atracciones de secano, o mejor dicho de estilo forestal centroeuropeo y mogollón de entretenimientos.
Y ya el remate, el lago artificial con sus montañitas al fondo reflejadas en el agua «cristalina».
Como si todo lo que había, estuviera “puesto”
Si para subir tenías 3 opciones, para bajar se añade el Trineo de Verano Mieders. Me gustó tanto que repetí experiencia pese a que en mi primera bajada golpeé con la rodilla de forma involuntaria a una enorme vaca que estaba junto a la vía. Menos mal que la colisión fue en los cuartos traseros del animal que si llega a ser con la cornamenta hubiera sido una “cogida” difícil de explicar para un anti taurino redomado como yo.
La mejor forma de terminar una ruta por el Valle de Stubai es intentarse relajar en la piscina-sauna Stubai Freizeitcenter. Digo intentar porque será imposible frenar a los pequeños y no tan pequeños entre tanta piscina interior y exterior, toboganes, rápidos, zonas de niños, jacuzzis, zona de spa, etc.
Toda la información sobre este valle alucinante puedes encontrarla pinchando aquí.
Sin alejarse mucho de Innsbruck podemos visitar también el Mundo de aventuras de montaña «Kugelwald am Glungezer» (https://www.kugelwald.at/ ) donde los peques podrán realizar un circuito de bolas por el bosque, pero a lo bestia, pues se trata de la pista de canicas al aire libre más grande del mundo. CHULISIMO¡¡¡ – muy recomendable.
Este parque se encuentra situado junto a la Terminal Central de Halsmrter. Los Mundos de Aventura están abiertos todos los días de 09:00 a 16:30 h en los meses de verano, desde mediados de mayo hasta principios de octubre. Tambén son facilmente accesibles desde Góndola Glungezerbahn
Este parque se encuentra situado junto a la Terminal Central de Halsmrter.
Links de interés
Los pueblos típicos de esta zona de Austria tienen mucho encanto. En todos encontrarás las casas tradicionales de madera con los balcones adornados con frondosos y coloridos maceteros. Montañas y bosques no faltan en ningún sitio así que a poco que mires a tu alrededor ya tendrás «la postal“ de pueblo tirolés que andas buscando, sin embargo, si hubiera que elegir uno sólo yo me decantaría por Alpbach que aglutina toda la esencia de esta tierra en un puñado de calles.
Si viajas con niños, cerca de esta idílica villa encontramos el Lauserland (Alpbachtaler Lauserland), un parque infantil estupendo con zona de juegos y aventuras situado junto al telecabina Wiedersbergerhornbahn, sin embargo, pese a haber leído en multitud de sitios que es alucinante y tener pinta de serlo realmente, las inclemencias del tiempo nos impidieron disfrutarlo como se merecía.
De lo que sí pudimos disfrutar, porque algunos de los «coches“ eran cubiertos, fue de Alpbachtaler Lauser Sauser, una montaña rusa alpina que abre tanto en verano como en invierno de más de un kilometro de longitud con un desnivel de 134 metros.
Sea cual sea la época del año en que realicemos un viaje por el Tiol, hay que ser conscientes de que las condiciones climáticas puede que no sean las que nos gustaría, por eso nunca hay que perder de vista las piscinas cubiertas que abundan por estas tierras ya que constituyen un buen refugio tanto si llueve como si hace calor.
Nosotros particularmente también le echamos el ojo (en dos ocasiones) a Erlebnis Therme Zillertal. Un complejo con piscinas termales, exteriores, toboganes, circuitos de spa, piscina de olas… supercompleto y muy muy recomendable tanto si quieres acción como si lo que prefieres es relajación. (https://www.erlebnistherme-zillertal.at/)
Otro gran ejemplo de la importancia que tiene para los austriacos el divertimento de los más pequeños integrado en el entorno natural es el Fichtenschloss Zillertal Arena. Este macroparque de montaña de mas de 5000 metros cuadrados, alberga un castillo de madera con 4 torres, un tobogán enorme y mogollón de juegos y retos que pondrán a prueba sus habilidades e imaginación.
Desde este parque, siguiendo un suave sendero señalizado llegaremos a Fichtensee auf der Rosenalm, un lago artificial donde podrás hacer padle surf, descansar en las tumbonas/columpio e incluso bañarte en sus gélidas aguas a la par que disfrutas de unas vistas impresionantes del entorno.
No podíamos abandonar Austria sin ver un lago glaciar. El Lago Achensee es el más grande de Tirol y ofrece unas imágenes bucólicas en todo el recorrido que lo bordea. Recomiendo conducir la carretera que llega hasta Maurach y parar dónde nos plazca a tomar unas fotos.
Elegimos un día «feo» para visitar las Cataratas Krimml y el buen rato que echamos en coche para llegar, unido al pago de los peajes/parkings tampoco ayudaron demasiado a incentivar nuestra motivación y expectativas. Sin embargo una vez allí, el ambiente gris y húmedo le daban un toque muy salvaje a la cascada más alta de Austria y un halo muy tenebroso al camino para alcanzarla.
Al final me ha encantado rescatar todos estos recuerdos, revivirlos y constatar que viajar por el Tirol con niños es una estupenda elección.