Hay una cosa que no me importa perderme cuando viajo y son los museos. No es que no me guste el arte, es que no se apreciarlo cuando está encerrado.
Si ando sobrado de tiempo, es decir, casi nunca, si que lo dedico las pinacotecas, pero no es lo normal. Ya lo he dicho en alguna ocasión, suelo disfrutar más de los monumentos y el arte en general desde el exterior, entre otras cosas, porque están encuadrados dentro de un contexto y por este motivo me emociona mucho mas el arte urbano porque está contextualizado dentro del entorno que lo rodea.
Llegados a este punto he de decir que no todos los graffitis me gustan. Odio las firmas, me parecen una muestra absoluta de egocentrismo con más o menos colores. Sobre todo desprecio este tipo de expresiones cuando joden un monumento histórico o cuando utilizan como lienzo un lugar en el que no vienen a cuento.
Al margen de los odiosos “garabatos” reconozco que el resto de arte urbano me encanta. La idea de recorrer una ciudad y toparme, intencionadamente o no, con una obra de en cualquier rincón me emociona. Además hay que reconocer, que por norma general, este tipo de arte es más asequible, por lo menos para un profano en el tema como yo.
Esta fascinación intento llevarla conmigo allá donde voy pero los muros suelen pesar demasiado y no entran en el medidor de maletas de Ryanair así que me conformo con las imágenes guardadas en la tarjeta de memoria de la cámara.
Por suerte, con el arte urbano me pasa como con el cepillo de dientes o el pijama, es decir, no tengo que echarlos en la mochila cuando vuelvo a casa porque allí siempre dispongo de esas cosas. Y es que Granada cuenta con un embajador de lujo de esta tipo de expresión artística: El Niño de las Pinturas.
Si visitas la ciudad de la Alhambra seguro que te topas, consciente o inconscientemente con alguna de sus obras. Merece la pena echar un vistazo a su página web dónde podrás encontrar información sobre su trabajo, proyectos y un práctico mapa que incluye una ruta detallada para descubrir sus pinturas a la vez que descubres la ciudad.