Es la primera vez que lo hacemos y esperamos que haya muchas mas.
En esta ocasión no será «depatitas» quien muestre sus andanzas.
Asturias tiene mucho que contar y nosotros no pudimos verlo todo así que hoy tenemos el placer de contar con un post invitado gentileza de Julia Campos redactora del blog Nattule.
Será por vivir en el sur, pero el norte de España siempre me ha fascinado. El clima fresco, las abruptas costas, los paisajes de un verde infinito, las leyendas que devienen de culturas ancestrales… Todo ello lo encuentras de cara al Cantábrico.
Las regiones del norte, además, tienen la ventaja de ser en general menos extensas que las del resto de España. Por ello, cuentan con el tamaño perfecto para recorrerlas en coche en pocos días y sacarle el máximo partido a tu viaje.
Asturias es un gran ejemplo. Oviedo, la capital, se encuentra prácticamente en el centro de la comunidad, por lo que supone un estupendo punto de inicio para realizar multitud de excursiones y disfrutar de diversas experiencias en un mismo viaje. Así no tendrás que decidir si quieres hacer turismo cultural, de aventura, etnográfico… Puedes tenerlo todo.
A continuación, te presento mis imprescindibles de Asturias, todos ellos fácilmente accesibles desde su capital.
Oviedo
Un genio del cine americano, Woody Allen, quedó prendado de ella y la definió como «una ciudad de cuento de hadas donde todo es antiguo, limpio y agradable». Puedes hacerte una foto con la estatua del famoso director, situada en la calle Milicias Nacionales.
Ya en el casco antiguo, te recomiendo visitar la plaza del Fontán y la de Trascorrales, ambas llenas de encanto. Para comer puedes dar una vuelta por la calle Gascona, conocida como el Boulevar de la Sidra, y degustar la famosa fabada o el cachopo. Después nada mejor que un paseo para bajar la comida por el parque Campo de San Francisco, uno de los pulmones de la ciudad.
Presta atención a las campanadas del reloj de la plaza Escandalera que señalan cada hora. ¿Habías imaginado alguna vez oír así el “Asturias, patria querida”?
La visita a Oviedo no estaría completa sin conocer el monte Naranco, a solo 3 kilómetros de la ciudad, donde se alzan las iglesias prerrománicas de Santa María del Naranco y San Juan de Lillo, ambas declaradas Patrimonio de la Humanidad.
Descenso del Sella
El descenso del Sella en canoa es una actividad obligada para todo aquel que visita Asturias por primera vez. Además de hacer algo de ejercicio, te permitirá conocer el increíble paisaje del valle del río Sella desde una perspectiva diferente.
El recorrido comienza en Arriondas, unos 65 kilómetros al este de Oviedo. Allí encontrarás multitud de empresas que ofrecen esta actividad. La distancia es variable, ya que puedes elegir entre tres puntos de salida distintos (a los 7, 10 o 15 kilómetros, aproximadamente).
Por esta razón, y porque se trata de un río bajo y fácil de recorrer, es una actividad perfecta para hacer con niños durante el verano.
Carlos Pavón Campos |
Cudillero
Toda la costa de Asturias está plagada de pequeños pueblos marineros que merecen ser visitados.
Cudillero es uno de los más singulares. Se encuentra al noroeste de Oviedo y está compuesto por un puñado de casas de colores distribuidas en forma de anfiteatro alrededor de una plaza central que mira al mar.
Continúa la visita con un paseo hasta el puerto, donde podrás observar las ristras de pescados deshidratandose al sol, conocidos como “curadillos”.
Luanco y el Cabo Peñas
A 40 kilómetros al norte de Oviedo se encuentra Luanco, otra villa marinera de origen medieval. En ella destacan la torre del reloj y una iglesia situada a pie de mar, además del Museo Marítimo de Asturias.
Asimismo, la villa es conocida por ser sede de un par de curiosos eventos, como las Jornadas Gastronómicas del Bonito o el Torneo Anual de Tenis-Playa.
Si continúas hacia el norte, llegarás al Cabo Peñas, el punto más septentrional de Asturias. Allí te encontrarás con un abrupto acantilado de más de 100 metros de altura coronado por el Faro Peñas, que hoy día funciona como Centro de Interpretación del Medio Marino. Merece una visita, sobre todo por lo más pequeños.
Senda del Oso
Otro clásico del turismo de aventura en Asturias es la Senda del Oso, una vía verde que ocupa el antiguo carril de un tren minero. Puede realizarse tanto a pie como en bicicleta y, como apenas tiene desnivel y no pasan coches, es perfecta para hacerla en familia.
Carlos Pavón Campos |
El recorrido completo va de Tuñón a Entrago y tiene unos 22 kilómetros; pero, al igual que con el descenso del Sella, puedes decidir hacer un trayecto más corto. Si vas con niños, una buena opción es ir de Tuñón a Proaza (6 kilómetros), suficiente para pasar por el recinto de las osas Paca y Tola, que fueron rescatadas de la caza furtiva siendo crías.
En Proaza se encuentra además la sede de la Fundación Oso de Asturias, donde podrás conocer un poco más sobre esta especie y las actuaciones que se llevan a cabo para su protección.
Carlos Pavón Campos |
Bueño
Muy cerquita de Oviedo se encuentra Bueño, una de las aldeas que se disputan en Asturias el título de “pueblo de los hórreos”.
Sin entrar en debates sobre cuál tiene más, este verdaderamente merece una visita por el cuidado que se ha puesto en su conservación. No en vano fue galardonado en 2012 como “Pueblo ejemplar de Asturias”.
En total, hay 47 hórreos señalizados con carteles que conforman el Paseo de los hórreos de Bueño. Se trata de una ruta muy agradable para conocer un poco más sobre estas construcciones. Puedes terminar con una visita al Centro de Interpretación del Hórreo, en la cercana área recreativa de El Llosalín.
Carlos Pavón Campos |
Ecomuseo minero del valle de Samuño
Si buscas algo diferente que hacer en Asturias este museo es una gran alternativa. Lleva 4 años abierto y ya se ha convertido en un referente del patrimonio minero asturiano.
La visita comienza en El Cadaviu, a media hora en coche de Oviedo. Allí iniciarás un viaje de 2 kilómetros en un tren minero que te llevará por el valle del río Samuño hasta alcanzar una galería subterránea. El trayecto finaliza en el pozo San Luis, a más de 30 metros de profundidad.
Una vez sales a la superficie, puedes completar tu visita conociendo la sala de máquinas e, incluso, comiendo en la cantina en que lo hacían los mineros. Una experiencia muy recomendable que los pequeños disfrutarán como nadie.
Carlos Pavón Campos |
Gijón
La ciudad más grande de Asturias se encuentra 30 kilómetros al noreste de Oviedo, a menos de media hora en coche.
Puedes pasear por Cimadevilla, antiguo barrio de pescadores, y desde allí subir al Cerro de Santa Catalina. En este gran parque se alza el Elogio del Horizonte, una escultura modernista de Eduardo Chillida que genera sentimientos encontrados.
En cualquier caso, merece la pena detenerse en el centro de la escultura para escuchar las olas que rompen contra el acantilado. Eso sí, cuidado con los niños, pues las barandillas brillan por su ausencia.
Termina con una vuelta por el paseo marítimo que recorre la larga playa de San Lorenzo y degustando en un restaurante cualquiera de las múltiples variedades de pescado que se cocinan en Gijón.