De los Acantilados de Loiba a San Andrés de Teixido: De ruta por la Costa Artabra

Me lo pusieron a huevo para ir a conocer: un día libre, la climatología me acompañaba y Telma no, por lo que tampoco tendría que preocuparme por los mareos de su madre.

 

Carretera, musiquita y manta que tan temprano refresca y directo a Loiba para iniciar una de las rutas costeras más bonitas de Galicia (si no eres un monje es conveniente que sustituyas la manta por una chaquetilla, por aquello del qué dirán).

 

Duelen menos los 100 km desde La Coruña que el sablazo de 4,40€ en peajes, pero joder, se trata de los Acantilados de Loiba, donde se encuentra “El mejor banco del mundo”…

 

A ver, que a alguien se le ocurra grabar en una madera “The Best Bank of the World”  no lo convierte en el mejor, del mismo modo que Raffaella Carrà no era mi novia por mucho que me empeñara en destrozar el pupitre poniendo su nombre  y corazoncitos. Sin embargo, este asiento ha sido el escenario de la fotografía ganadora del “Concurso Internacional de Cielos Nocturnos” realizada por Daniel Caxete y sale en un anuncio de IKEA

Después del momento acantilado, no me apetecía para nada encerrarme entre callejuelas así que decidí no dedicarle tiempo Ortigueira  y me dirigí hasta la bonita Playa de Fornos, cerca de Cariño. Una playa salvaje, con pinares y arena fina.
 

Los 9 kilómetros de distancia hasta llegar a Cabo Ortegal los pasé pensando en mi mujer, mi pequeña y en la cantidad de biodramina que habría necesitado para evitar una catástrofe, pero toda la negatividad se esfumó al llegar.

El acantilado, el verde, el faro, el mar, el nublado…vamos Galicia en estado puro.

 

Allí habría dejado volar mi imaginación durante horas si no fuera porque la ventolera se la llevo más allá de las Azores.

La ruta se aleja del mar pero sin perderlo de vista, y menudas vistas, cómo para perdérselas desde el Mirador de Miranda.

Vistas a Cariño

En el siguiente punto de la ruta, no pude dejar volar mi imaginación porque ya estaba lejos pero se me voló todo lo demás. En la Garita de Herbeira es difícil hacer fotos, pero HAY QUE HACERLAS porque estas en el acantilado más alto sobre el nivel del mar de Europa (613m).

Pensé que no iba a realizar ningún alto más camino de Teixido  cuando leí un cartel que llamó mi atención el Mirador de O Cruceiro.

No es que sea yo mucho de cruces pero me acompañaba la tranquilidad de ir solo, es decir, sin los condicionantes que supone estar a cargo de un pequeño ser cuyo único guía espiritual son sus necesidades básicas.

Las sorpresas son aun más gratas cuando son inesperadas y toparme con este precioso balcón bien mereció parar y disfrutar. “Ni por asomo” te lo debes perder.

Sin más escalas, llegué a San Andrés de Teixido.


Durante todo el día apenas me había topado con nadie así que llegar a un lugar todo cuidadito, con tiendas de suvenires abiertas y mogollón de gente era lo último que me esperaba y me apetecía así que me fui directo al Santuario de San Andrés de Teixido y desde aquí bajé el sendero que llega a la Fuente del Santo o de los tres caños.

Al cruzar el puente sobre pequeño riachuelo llegarás a una bellísima y verde pradera que se deja caer por un acantilado en cuyo fondo se funde con los azules del cielo y mar.

 Este sería un estupendo final para esta entrada si no fuera por un grandísimo PERO.

Durante el trayecto te deleita un claro ejemplo de borreguismo humano que está a mucha más altura de la tontuná de poner candados en las barandillas de los puentes.

Al parecer, hace algunos años un peregrino tuvo la brillante idea iluminada de beber de la fuente, secarse con un pañuelo, pedir un deseo y colgar el pañuelo en un árbol cercano.

Pues se le tuvo que conceder, porque se ha corrido la voz y ahora todo el mundo manifestando grandes dosis de originalidad va colgando mierdecitas* por doquier.

*Nota del traductor: Mierdecitas: Las tradiciones decaen y como alguna gente es así de “guay”, cuando no llevan pañuelos, que ya está mal porque es una guarrada y jode el entorno,  pues enganchan bolsas,  trozos de plástico o trapos sucios, que lo jode aun mas.

He leído que se ha  llegado a encontrar un pañal. “Menudo deseo de mierda” (un aplauso para estos padres ejemplarizantes)

Para terminar bien, un mapilla…

Compartir

Deja un comentario