La Ruta del Gollizno, un plan ideal para hacer con niños en los alrededores de Granada.
Es una travesía súper completa y entretenida que no deja de sorprender a cada paso, y esta afirmación no es una exageración, pues yo nunca he encontrado molinos, puentes colgantes, pasarelas de madera, fuentes, pinturas rupestres, ermitas, castillos, etc. en un único itinerario.
Para iniciar la ruta, decidí aparcar en el municipio de Olivares, concretamente a las afueras del pueblo frente al número 8 de la Calle Cerro Alto, en una explanada muy cerca de la ruta.
Justo a la espalda de estas casas está el camino que nos llevará hasta el primer punto de interés: La Fábrica de Harinas hoy reconvertida en el Restaurante Café Bar el Gollizno y creo que también es un alojamiento rural.
Este molino es muy especial para mí porque de niño solía venir con mi grupo acampada a hacer reparaciones y trabajos voluntarios a cambio de que nos dejaran pasar las noches en las zonas que no estaban en ruinas.
Nunca olvidaré que fue aquí donde salí a cazar “gamusinos” por primera y única vez en mi vida y he de reconocer que lo único que cacé esa noche fue un trauma de por vida.
Encaramos unos 700 m. de pista forestal hasta llegar a la Central Hidroelectrica del Salto del Diablillo donde giraremos al a derecha para cruzar el Puente de Velillos. Convenientemente situada junto al puente, hay una pequeña zona de descanso.
Desde aquí, el camino se torna vereda por la que circularemos durante unos 500 metros sin perder de vista la impresionante estampa que nos regala el Tajo de las Palomas.
Si tienes suerte (como fue mi caso) podrás disfrutar también de un gran salto de agua que cae desde el barranco que queda a nuestra izquierda.
Poco antes de llegar a la Fuente de la Buena Ventura ya empezamos a ver las primeras pasarelas de madera.
Disfrutaremos de unos 600 m. de vereda hasta llegar a uno de los tramos más esperados: El Puente Colgante y las Pasarelas sobre el Rio Frailes o Velillos y la Presa de la Luz
Desde aquí tomaremos el camino que discurre junto al río entre los árboles hasta comenzar la ascensión hasta el Mirador de Tozan primero y la Fuente de la Corcuela después.
En mi opinión, esta fuente es el mejor sito para hacer una primera parada pese a que hayamos cubierto poco más de un tercio del camino.
Con fuerzas renovadas ascendemos por la Cañada de la Corcuela para hacer una nueva parada imprescindible, las Pinturas Rupestres de Corcuela
Al principio de esta publicación dije que no exageraba cuando afirmaba que la Ruta del Gollizno no deja de sorprender a cada paso, y a pocos pasos de haber disfrutado de un poquito de neolítico pintado en la pared me topé con uno de esos instantes especiales que sólo el monte te puede regalar.
Algunos pasos más arriba (nada más que los equivalentes a 700 m.), a la altura del Mirador de la Vereas date la vuelta y respira hondo mientras disfrutas de 360 grados de vistas impresionantes.
Por fin llegamos al final de la cuesta y allí nos espera la Ermita de San Antón y sus increíbles vistas de un lado, y el majestuoso Castillo de Moclín del otro.
En este punto tenemos dos opciones, por una parte podemos bordear el pueblo bajando pon un pequeño sendero que arranca desde la espalda de la misma ermita o bien podemos adentramos, como hice yo, en la localidad de Moclín para seguir con nuestro camino.
Ahora toca bajar todo lo subido por una pista forestal desde la que, de vez en cuando, hay que echar la vista atrás para deleitarnos con una estupenda panorámica del Tajo de las Palomas y el Castillo de Moclín
El descenso también nos regala unas buenas vistas del pueblo de Olivares con Sierra Nevada al fondo.
Un sitio ideal para hacer una parada durante este prolongado descenso de más de 3 km. es el Mirador de la Silla que ohhh¡¡¡ sorpresta tiene una silla para la foto del insta. También te puedes decantar por la Ermita de las Angustias.
Finalizaremos la ruta bordeando la enorme y sin ni una miserable sombra Área Recreativa Al Ándalus tras casi 3 horas de ruta a buen ritmo pero con mucho tiempo invertido para retratar el paisaje.
Como ya he dicho, la Ruta del Gollizno es perfecta para hacer con peques en cualquier época del año teniendo en cuenta que en verano puede hacer un calor insufrible en algunos tramos y que se recorre una distancia superior a 8 kilómetros salvando un desnivel positivo y negativo de 400 m. respectivamente.
Por cierto, me dio por buscar Gollizno en el diccionario y la RAE dice que es la “Estrechura de un paraje”. No creo que vaya a usar esta palabra en mi vocabulario habitual pero estoy seguro de que, recordando las vistas de los Tajos de la Hoz, nunca la olvidaré.
Bueno, aquí dejo el enlace a Wikiloc y la ruta:
