Camino de Ronda, senderismo entre playas de Tarragona

A finales de agosto disfruté de un fin de semana de “paternolibertad” y como suele ser habitual cuando me veo liberado de mis obligaciones como progenitor me organizo una ruta de senderismo por Tarragona o alrededores que sea churumbelmente incompatible (al menos con niños tan pequeños como la mía).

 

La idea era pegarme el madrugón y aprovechar al máximo las primeras horas del día en una ruta que discurre junto al mar, entre acantilados, pinedas y algunas de las mejores playas de la Costa Dorada esquivando el calorazo y la multitud veraniega, sin embargo, soy débil y en mi camino hacia la cama se cruzó la temporada completa de alguna serie de las muchas a las que estoy enganchado y plegué bastante tarde.

 

Desperté cuando un rayo de sol se coló por las rendijas de la persiana y me atizó en pleno párpado a eso de las 9:30.

 

Entre las dudas si hacer la ruta o perrear todo el día, los preparativos, el paseazo hasta la estación de trenes y un buen rato de espera,  no llegué a Altafulla hasta las 11:30 mas o menos (2,85€ y 7’ desde Tarragona).

 

El primer contacto con el mar en la ruta del Camino de Ronda pasa por la Playa de Tamarit  que sin dejar de ser una buena playa, está muy lejos de ser de las mejores de este recorrido. Es una playa amplia y abierta perfecta para quien no quiere complicarse demasiado la vida buscando huecos en un día de temporada alta.

 

Curiosa la panorámica que hay desde aquí del Castillo de Tamarit.

Al final de la playa, nos dirigiremos hacia el norte y entraremos por la calle que hay junto al “Restaurante Brisa Tamarit”.

 

Si bordeamos todo el recinto amurallado llegaremos a una de mis finalista en la lista de las mejores playas de la Costa Dorada : Cala Jovera.

Cala Jovera Castillo Tamarit

Cala Jovera y Castillo Tamarit vistos desde el agua


Desde este lado el Castillo de Tamarit pilla el estatus de postal idílica-tipica de por aquí, pero es que se lo gana a pulso con la playita, las rocas, las cortinas al viento en un pórtico de madera (que siempre queda muy pintón en las fotos de boda) y  las aguas cristalinas.

Sólo un “pero”: no es la mejor opción para un fin de semana de agosto a eso del medio día.

 

Desde aquí un buen rato de acantilados entre pinares llenos de agradecidas sombras pasando por varios atentados urbanísticos contra la ley de costas nos conducirá hasta playa de La Mora que está demasiado urbanizada para lo que sé que me espera, además en esta época, como se puede ver, esta algo “petada” como para entretenerse a buscar un sitio donde comerse el bocata.

Playa de la Mora

La idea era continuar hasta la Torre de la Mora y continuar por la punta hasta nuestra siguiente parada, pero como podrás ver en wikilock me perdí y tuve que volver por mis pasos hasta retomar el camino por una ruta interior que ya conocía.

 

Agradecí la sombra de la pineda y agradecí aun mas toparme con este cartel de bienvenida:

Sobran las palabras y la indumentaria (si quieres) porque estamos ante la playa más chula de Tarragona con arena blanca, aguas turquesas y cristalinas: Waikiki Beach o Cala Fonda.

Cala Fonda o Waikiki

Nos taparemos las vergüenzas y continuaremos la marcha porque va siendo hora de comer y me da cosica hacerlo en plena solana y para colmo en bolas.

 

Decidí saciar mi hambre en la siguiente pineda lo que resultó ser un gran acierto porque resultó ser el último reducto natural antes de ir adentrándonos poco a poco en la urbanidad, pero antes nos quedan los tres kilometrazos de Playa Larga.

 

Nosotros frecuentamos mucho Playa Larga porque es perfecta para ir con niños y porque su amplitud evita masificaciones los fines de semana.

Playa Larga Tarragona

Esta vez la recorrí entera descalzo, total iba acabar con los pies llenos de arena llevara las botas puestas o no, además así podía refrescar mis “preciosos” piececitos del 45 con el vaivén de las olas y también podría acelerar un posible melanoma recorriéndola a estas horas.

 

La cala siguiente es otra de nuestras joyas de la corona: Cala Romana. Nuestra preferida los días que nos acercamos a la playa en verano entre semana.

 

Cala Romana es recogidita, de arena, protegida, con aparcamiento, tiene el agua limpia y se suele formar una gran charca donde Telma retoza como Peppa Pig pero a lo guarro. Vamos además de ser muy bonita para nosotros es ideal.

Si seguimos el camino por el acantilado llegaremos a la Playa de la Savinosa. Aunque esta playa sigue siendo nudista en ella empiezas a darte cuenta que el encanto ha quedado tras de ti y que ya estás entrando en la ciudad de Tarragona.

La siguiente playa que encontraremos en nuestro camino es la Playa de la Arrabassada. Nosotros frecuentamos mucho esta playa urbana por motivos muy vulgares: es la que pilla más cerca de casa y de vuelta el Mercadona está de camino así que se matan dos pájaros de un tiro: Playa+Compra. Además cuenta con aguas muy transparentes.

A partir de aquí, tomaremos el Passeig Maritim Rafael Casanova y caminaremos con las “bellas” vías del tren a un lado y con la irónicamente interesantísima Playa del Miracle.

 

Llegados a este punto dejaré que cada cual ponga el punto final dónde prefiera. Yo tiré la toalla en el Puerto deportivo después de un buen rato de paisaje aburrido.

Antes de terminar esta entrada he de aclarar que este recorrido ha consistido mi interpretación del verdadero Camí de Ronda que es una ruta circular de unos 20km que unía algunas torres de vigilancia de la zona. Mi opinión es que la sección más playero-costera, es lo mas recomendable.

 

Próximamente habrá un “Camí de Ronda II” en el que recorreré los alrededores costeros de Salou.

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